miércoles, 17 de diciembre de 2008

“La Muerte y el Ajedrez por la vida…”


Una noche oscura y fría. Daniel saboreaba un rico café sentado
en su sillón favorito… en de estudio de su casa.
Su familia dormía, mientras él reflexionaba sobre variass cosas... tantas;

que perdió la noción del tiempo.
Eran las tres de la mañana, llevó su taza vacía al lavaplatos,

abrió el refrigerador para prepararse algo de comer.
Cuando cerró la puerta, vio junto a él a una figura muy conocida,

pero nada apreciada…era La Muerte ¡!!
La espectral imagen le arrebató el sueño en un instante,

lo miró fijamente y le dijo con voz tenue ¿Sabes a qué he venido?
El asintió con la cabeza y dijo:
Sí; lo sé… ya es mi hora.
Confundida... La Muerte preguntó a su víctima:

¿No vas a llorar?... ¡Todos lo hacen!... se arrodillan, suplican,
juran que serán mejores personas, ruegan por otra oportunidad;
mientras que tú… aceptas mi llegada con resignación.
Temeroso y con un nudo en la garganta…Daniel respondió:

¿De qué serviría?
Nunca me darás otra oportunidad, tú solo haces tu trabajo.
Tienes razón… solo hago mi trabajo.
¿Me permites… despedirme de mi familia?

Preguntó Daniel con la ligera esperanza de recibir un sí.
Tú has dicho que solo hago mi trabajo,

por lo tanto… no decido hora ni lugar… mucho menos los detalles.
Lo siento… dijo Daniel.
No tienes que disculparte, poca gente piensa en su familia mientras está en vida

pero al llegar este momento… todos piden lo mismo.
No lo entiendes, dijo Daniel con tono de reproche, perdí a mi padre cuando

tenía 15 años…y mi sufrimiento fue grande… pero mi hija menor
tiene tan solo 4, déjame decirle que la amo.
Tuviste 4 años para decírselo…tuviste muchos días libres, muchos cumpleaños,

fiestas y otros momentos en que pudiste decirle a tu hija que la amas… pero
¿Por qué solo pensaste en tu hijita¿?
Mi hijo mayor no me creería… y mi esposa, bueno… a ella no creo que le interese

si la amo o no. …Nos hemos distanciado mucho. Pero mi niña, no hay día que
entre por la puerta y no esté ahí para recibirme con un beso.
Mejor deja de hablar se hace tarde… Lo interrumpió…La Muerte,
Pero… está bien ¿sabes? este momento hace que mucha gente tome conciencia de

cómo vivió su vida…. Lástima que…lo hagan demasiado tarde.
Ambos salieron de la casa, un extraño tren aguardaba en la calle y lo abordaron.
No todo es aburrido en el estado de muerte… no puedo decirte lo que pasará

al llegar… pero te propongo que juguemos una partida de Ajedrez… “para matar el tiempo”.
Con una sonrisa…y una lágrima corriendo por su mejilla… Daniel le dijo:
Que curioso ¡!! … creí que no tenías sentido del humor…
El juego se inició. …Daniel no se calmaba aunque comenzó ganando…consiguió

un alfil y un caballo. …Pero era obvio que eso no lo alegraba.
La Muerte le preguntó ¿A qué te dedicabas¿?
Soy… es decir…era un simple empleado en una fábrica de calzado.
¿Obrero?
No…en la administración.
Ah… Supongo que te encargabas de ver si faltaba algún producto o dinero.
Sí… digamos que algo así era.
Hay algo que no entiendo…
Qué es lo que no entiendes ¿?
¿Por qué ustedes teniendo tantas cosas buenas por hacer… se encierran en

el trabajo… se olvidan de los sentimientos… no les importan los demás… se vuelven
egoístas y violentos. Pero cuando los visito… demuestran ternura, humildad, tristeza,
miedo e incluso lloran??? ¿Por qué esperan a que llegue… si ya nada se puede hacer?
No lo sé respondió Daniel…
En cambio… yo soy un simple “peón”… haciendo lo que debo hacer y nada más….

Mientras ustedes son dueños de su propia vida… capaces de decidir qué harán con ella…
¿y para qué?... si su decisión más común es desperdiciarla viviendo sin manifestar
cariño y amor…
Te creí más cruel…comentó Daniel.

¡Nada es lo que parece!
El silencio reinó por unos instantes mientras Daniel ponía en jaque a La Muerte.
Dime… ¿qué pensabas cuando te casaste?
Pensaba en ser feliz…en formar una linda familia… en formar parte de la alta sociedad.

¿Y lo lograste?
Es broma… ¿verdad?... Me encontraste…solo en la cocina…a la madrugada…te pedí
despedirme de mi hija....Es obvio que no lo hice.
Si hubiese mostrado más amor a mi familia…la solicitud de despedirme no hubiera sido necesaria....Ya las lágrimas se habían secado del rostro de Daniel y

de pronto exclamó suavemente ¡Jaque Mate!
La Muerte sonrió y dijo:

¡Felicidades!
Daniel suspiró y respondió:

Es una pena que no sirva de nada. …No me importaba ganar…de todos modos ya
estoy aquí… Un simple juego de ajedrez no aleja mi mente de mi familia…mis hijos…mi
esposa... Las lágrimas brotaron nuevamente…en el rostro de Daniel,
rápidamente se cubrió…con ambas manos.
Mientras él sollozaba…La Muerte exclamó:

¡llegamos!
Daniel intentó calmarse… pero al abrir los ojos estaba en su viejo sillón nuevamente.
Eran las 6:45 de la mañana… en lugar de gritar

¡ESTOY VIVO!
Como lo haría cualquier otro…salió al patio y dijo con voz tenue:
GRACIAS…D´S MÍO…
Luego… entró a la habitación de su hija la besó…a la de su esposa e hizo lo mismo.
Entró al cuarto donde dormía su hijo mayor…le hizo cosquillas en los pies…y le dijo:
Hijo…despierta ¡Es domingo! ¿Papá…me despiertas para decirme que es domingo?
No hijito…no dormí…los desperté para decirles que los amo!!!
Ya viejo…ven… recuéstate un rato a mi lado.
Y luego de años…ambos se durmieron abrazados…
No esperemos… a tener que jugar esa partida de ajedrez… para decirle a los

nuestros afectos…cuanto los AMOMOS y NECESITAMOS… ¡!!
Los Amo…Gracias por Ser por Estar… ¡!! Un Beso. Silvi.

"Todo tiene su tiempo, y todo tiene su hora. Tiempo de nacer, tiempo de vivir y hora de morir."
Eclesiastés 3:1-2
"ÁMENSE EN SU TIEMPO DE VIVIR…"

7 comentarios:

genialsiempre dijo...

Buen elato Silvia. Yo no voy a esperar a la muerte. Hace tiempo falleció una persona querida, a mi me pilló muy lejos y mandé a su viuda e hijos un fax en el que venía a decir básicamente lo mismo que tú expresas en el relato, ¡porqué no nos decimos en vida que nos queremos?, por timidez, por verguenza, por cobardía...
Bueno, pues no voy a caer nunca más en ese error.
Silvia: Te quiero!!!

José María

Pedro Estudillo dijo...

Una de las cosas màs hermosas que he leído en mucho tiempo.
La sabiduría de la muerte siempre nos llega tarde. Aunque gracias a ti, ya no.
Espero no olvidarlo.
Un beso y sinceramente espero que te encuentres mejor.

Anónimo dijo...

Un hermoso texto que nos lleva a reflexionar, para realizar cambios en el dia a dia.

Un abrazo

josé lopez romero dijo...

Este es el sitio de mi amiga que está ocultos entre otros sitios. Lo encontré y esta buena forma de ver la vida me ha "copado", es lo que uno desea leer, al menos lo digo por mí. NO dejaré de venir a recorrer tus caminos. (La foto que viste en Preludio efectivamente es de Córdoba) Hasta pronto.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Silvia...

Hermoso relato, a veces esperamos demasiado tiempo para decirle a nuetros seres queridos lo mucho que los amamos.

Se nos ha pasado la vida y no hemos aprovechado el tiempo junto a nuestras familias.

No dejemos para mañana el abrazo, el beso y el te quiero que podemos decir hoy.

Encontré este link en mi correo, talvez es al que te refieres.

Un abrazo.

M. J. Verdú dijo...

Muchas gracias por las cariñosas palabras dejadas en mi blog

Anónimo dijo...

Mil gracias por pulicar aquí mi relato. Hace años que lo redacté y hoy me doy cuenta de que esta en varias páginas y
algunas personas incluso lo convivieron en vídeo.

Gracias, atte Sanek di nerrot